22 noviembre 2015

Deseos, intenciones y expectativas

Modelos de relaciones hay muchos, cada hombre y cada mujer tienen el derecho de mantener la relación sentimental que les venga en gana y establecer el grado de  compromiso que consideren; puede durar horas, noches, semanas, meses o media vida, pero digo yo que partiendo de una buena comunicación y respetando los acuerdos. Me refiero a que es necesario e importante empezar por sentirnos bien con nosotros mismos y tener claro que queremos; pensar en primer lugar si estamos aceptando algo distinto a lo que verdaderamente necesitamos y queremos, y en segundo lugar compartir esas reflexiones, se trata de conversar, sentir, y sincerarnos con la otra persona implicada. Comunicación y respeto son para mí los pilares de una buena relación, de cualquier tipo.

Pienso que buena parte del éxito será rotundo si elegimos bien, si desde el minuto cero queda clarito cuáles son las intenciones, lo que queremos y necesitamos, lo que  estamos dispuestos a dar, y sería también magnífico si evitamos pensar en función de nuestras expectativas. Parece fácil o al menos lógico que sea el primer paso para una relación con buenos cimientos, pero claro, aparecen nuestros miedos que nos limitan y nos impiden a veces mostrar nuestras necesidades, y entra en juego el ego, el de uno y el del otro... nos volvemos locos... ¿Por qué es tan complicado manifestar nuestros deseos y necesidades? Pues porque no nos conocemos, porque nos saboteamos, porque estamos bastante limitados por nuestras creencias y patrones adquiridos, principalmente en nuestra infancia, los que rigen nuestra vida; porque eso implica reconocer que somos vulnerables, porque hay a quien no le interesa exponer ni reconocer según que parcelas de su "otra vida", porque nos enseñan y educan en la línea de que está feo pedir y que es mejor servir y agradar a los demás, sin cuestionarnos, porque nos ponemos nuestras máscaras y nos comportamos como nos hicieron creer un día que éramos y como los demás esperan que actuemos. Esto por parte de uno, pero a la persona que tenemos en frente resulta que le sucede lo mismo... quiere esto decir que habrá momentos en que las parejas somos cuatro!! 

No pretendo enamorarme de un cuerpo pero si de una mente, de la mente de un Hombre (sí, con mayúscula), que sume a mi vida; que me quiera y me acepte con mis debilidades y mis defectos; con el que comparta valores, inquietudes e intereses, con una visión de la vida común, con objetivos compartidos y lo suficiente independiente como para que comprenda que yo también necesito mi espacio y por tanto espero que él también tenga el suyo, ahhh! y que se deje querer y conocer! Que mira que les cuesta a veces darse a conocer. Y mientras se cruza conmigo ese Hombre, lo que no pienso es oxidarme, así que prestaré atención y daré oportunidades a quien considere que la merece, al menos aprenderé de cada uno de ellos, de la relación, y también de mí porque cada experiencia suma, y si no pruebas y arriesgas siempre te quedarás con la duda. 

Eso sí, hay que saber elegir con quién complicarse la vida, porque es probable que te la acabes complicando jeje 

Y eso sí, fuera expectativas!!


11 noviembre 2015

Lo esencial que te convierte en adecuado

La mayoría de la gente no se plantea con qué tipo de persona quiere compartir su vida, tanto en cuestión de amigos como de pareja; las respuestas a esa pregunta suelen ser bastante simples y no van más allá de que sea buena persona, simpática y que me guste.

Cuantos más años pasan y más veces me tropiezo en cuestión de amores, más convencida estoy de que para poder compartir todo o parte del resto de vida con alguien, no es suficiente el enamoramiento y la base es compartir valores, intereses y visión. Además, me he dado cuenta que cuando buscas desde la necesidad los hombres que llegan a ti son de todo menos los adecuados, no quiero decir con esto que sean malas personas pero no son convenientes para lo que quiero y necesito.

He podido observar que la atracción por determinados aspectos ha ido cambiando y por ejemplo hace unos años me atraían y me parecían interesantes los hombres más serios, y ahora me atrapan los afectuosos, sociables, con sentido del humor y con un punto de locura, y sobre todo con buenas e interesantes conversaciones. En esto tiene que ver que yo me he descubierto a mí misma!

Si me fijo en mi escala de valores, lo que más me importa es que la persona sea honesta y confiable, que sea auténtico, que esté bien equilibrado, me refiero a su mente y su corazón, y que no se desmorone ante contrapies de la vida; que cultive sus valores; alguien generoso, dando y recibiendo, y agradecido con la vida y con su entorno. Que sepa vivir intensamente cada momento con alegría y con ganas de querer y de darse a conocer; que disfrute compartiendo y sea capaz de valorar y apreciar los detalles sin necesidad de grandes placeres; que sea claro e independiente en sus decisiones, pero flexible ante los cambios y sobre todo, esto es muy importante, que haya evolucionado espiritualmente y que esté interesado por descubrir cosas nuevas, escuchar, apreciar y respetar puntos de vista diferentes y por tanto dispuesto a desechar sus antiguas opiniones o al menos no estar en constante argumentación con su idea y estresarse por ello... esto es lo que se llama alta diferenciación, un concepto que he aprendido hace relativamente poco tiempo. La diferenciación es la capacidad que tenemos de soportar el estrés en situaciones en las que pensamos o nos comportamos de forma diferente al resto del grupo... ¿Soy capaz de mantener mi opinión aunque sea distinta sin que me produzca estrés, sin sentirme mal por ello?. 

Bien, pues yo a este Hombre, fíjate, querido blog, que lo admiraría, es obvio que este sentimiento de admiración ha de ser mutuo, y además presumo que disfrutaríamos ambos con el autoconocimiento y en la línea del desarrollo personal de cada uno, senderitos cercanos y cada cual con lo suyo y a su ritmo, sin tratar de atraparnos mutuamente; amor presente y sentimiento de apoyo pero sin que ello implique posesión. Un hombre que se alegre de mis progresos como yo de los suyos, que me preste su apoyo y sepa aceptar el mío. Para mí es esencial la energía, esa curiosidad y esas ganas de aprender, de Ser y Sentir, de evolucionar... y por supuesto, todo ello regado con humor:-)


Algún día nos conoceremos.