22 diciembre 2009

Mis buenos deseos

Esto de que termine un año, invita de alguna manera a pensar ¿no os pasa? En algunos momentos del año también me ocurre, esto de reflexionar quiero decir, pero llega la Navidad y es como que siento que tengo que hacer necesariamente el balance del año que se termina, bueno del que se termina y de los que se tercien porque a veces rebobino, y rebobino en el tiempo sin pretenderlo...

Rebobino, digo, y me da por recordar a las personas que han sido importantes en algún momento de mi vida, a las que me han hecho pensar, a las que han sacado lo mejor de mí, y en ocasiones lo peor, a las que han contado conmigo, a las que me han demostrado aprecio y que me quieren, a las que me han apoyado, a las que me conocen bien porque se han esforzado en conocerme, a todas esas personas que se han dejado querer, porque mira que nos cuesta a veces dejarnos querer…, y muy especialmente me gusta recordar, a todas esas personas amigas que cuando no se encuentran a la Ana entusiasta saben comprenderlo, a esas que saben que ser fuerte no viene instalado de serie ni es algo que nos llega por mensajería, que es algo que requiere un esfuerzo importante. Que tendrá la Navidad que nos hace, o al menos a mí, me hace pensar en todo eso.

A mi familia, y a todos esos amig@s con los que he establecido ese afecto basado principalmente en actitudes de confianza y de apoyo, sigo por supuesto encantada de seguir contando con ellos, y a los que aún habiéndolo establecido en un momento de nuestras vidas, ha resultado que con el tiempo no hemos sabido mantenerlo o no hemos querido, en la mayoría de los casos por la evolución personal de cada uno; y también a ti que sé que sigues este blog o que has pasado por casualidad...

A todos vosotr@s os deseo una feliz Navidad y un 2.010 cargado de momentos estupendos. ¡Ojalá que se cumplan todos nuestros deseos!

Otro año más sin salir en el telediario con el champán, snif snif

Muak, muak