08 septiembre 2009

Sentirme Reina

Por amor he hecho algún que otro disparate y estupideces varias, quien no… No me arrepiento, en absoluto. Considero que son vivencias, un aprendizaje que ha contribuido a convertirme en la persona que soy, con un saco de valores, virtudes y defectos, y sobre todo, son experiencias que me han facilitado las herramientas suficientes para saber qué es lo que necesito y deseo, y además, tener claro lo que no quiero para mí.

He querido a cada uno de los hombres que han sido importantes en mi vida de un modo único. He superado con apoyo de familia y amigos, y mi esfuerzo personal, todos esos desgarrones en mi vidita, y cada vez que he limpiado las cenizas que se habían quedado en el fondo de mi corazón, simplemente, he comenzado de nuevo; eso sí, en cada ciclo, empezaba una vez más a creer en mí misma y en todas mis posibilidades, que son muchas.

Es maravilloso poder valorar, con el corazón y la razón, y tener esa capacidad de expresar todos mis sentimientos (algo que para algunas personas resulta una barbaridad de complicado), y lo más importante, es maravilloso tener la madurez, sensatez y algunas veces valentía, para poder decidir a tiempo que ese hombre, en ocasiones un niño, no es merecedor del honor de compartir mi tiempo, ni mucho menos el resto de mi vida.

Estoy contenta por el hecho de haber aparcado todas las ilusiones que puse en él, algún que otro semiboceto mental de planes juntos y ese tiempo que en algún momento me hubiera gustado regalarle... Tengo claro que no hay que tratar con prioridad a quien te trata como opción, aunque las segundas oportunidades son muy dignas; pero tres ya es tontería. Y con la venia, dejo de preocuparme por cómo está, por sus problemas y por todo lo que acontece en su vida. No le deseo que sea feliz ni que sea desdichado, no le deseo nada, ya que cualquier pensamiento significaría que me sigue interesando, y nada más lejos de la realidad, porque lo cierto es que ha dejado de ser importante en mi vida. Yo, con quien no siento que le importo sencillamente no me apetece estar, así es que simplemente le deseo que le vaya como le tenga que ir.

Cierro el capítulo de mi vida que lleva ese nombre, y lo hago serenamente pero con firmeza y teniendo la seguridad que jamás tendré tentaciones de volverlo abrir. Ahí se queda, con el resto de libros que han formado parte de mi historia personal. En contra de lo que me ha sucedido en otras ocasiones, no tengo momentos que considere importantes de esta minihistoria, quiero decir de esos entrañables que una recuerda con el paso del tiempo, y en todo caso, no permitiría que se filtraran en cualquier relación futura que pudiera tener.

Por lo tanto, hoy empiezo otro ciclo. Estoy encantadísima conmigo misma y con mi vida; pero si decido cambiarla, a mí, que me lleven EN BANDEJA y que me traten como a una REINA, porque sé esto puede suceder, entre otras cosas porque lo que he vivido con otro y es lo que yo estoy dispuesta a hacer por esa persona (Hombre) que sea capaz de demostrarme con hechos que desea y es merecedor de ¿envejecer a mi lado?. Afortunadamente, me valoro un montón y estoy muy bien sola así es que únicamente me arriesgaré si me demuestra que mi vida, yo como persona, y ambos como pareja, podemos mejorar. Y es que estar sola no es sinónimo de sentirse sola, ¿verdad, qué no?

Actualización, 29 de noviembre 2009

Un mail de una persona que no sé si ha llegado a conocerme bien me ha hecho reflexionar, cosa que le agradezco un montón, y es por esto que he pensado que debo actualizar este post. Por eso, y porque mis sentimientos han cambiado desde entonces.

Había resentimiento en mis palabras, es verdad, pero era lo que sentía cuando escribí esta historia que es solo mía, quiero decir que es subjetiva, porque no deja de ser mi punto de vista sobre una situación en la que me he visto implicada. Me reitero en mis palabras. En este Rinconcito me gusta escribir lo que siento y especialmente en los post más intimistas cuento como me va en la vida y como me afectan las cosas, dando rienda suelta a los buenos y los malos sentimientos que conviven conmigo porque entre otras cosas no sería yo misma si pretendiera escribir o hablar para quedar bien ante el mundo, familia y amigos, y además, no me molesta que me juzguen. Por otro lado, es obvio que la persona que lee el blog ya sabe lo que encontrará: una mujer con defectos, y muchos.

Ahora que han pasado unas cuantas semanas desde que escribí este post, muchas más me parecen después de mi viaje a Japón, tengo la certeza de que el resentimiento se ha desvanecido, que he sido capaz de ver mis errores, de perdonar los que yo creo que fueron suyos, de comprender su postura..., de darme cuenta que sigo viendo en él cualidades que para mí son importantes como amigo, ni mucho menos como pareja, que me gusta escuchar que hace cosas por progresar en su vida. Y efectivamente le deseo que le vaya como le tenga que ir, porque pienso que cada uno se forja su camino en la vida. Algunas veces sucede que el destino sigue dando oportunidades a los que son o somos tan cabezotas, perseverantes que dicen, o a los que les resulta complicado avanzar en su camino porque se empeñan, consciente o inconscientemente, en seguir recreándose con su pasado.

La vida son elecciones, y yo simplemente elegiría disfrutar de mi vida y de mi tiempo con quien me pueda aportar cosas interesantes, con quien me haga reír y pensar, con quien me escuche y me admire, con quien se deje que
rer, mimar y admirar, y tantas otras cosas... En definitiva, con ese ser (Hombre) cómplice que consiga con sus detalles, miradas y acciones que me sienta feliz. Ea!!